Clément Koch

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Perfil

Clément Koch

Películas

Le souffle du dragon
Screenplay
In Reims, a group of women meet every week aboard a strange boat with a dragon head. Sandrine, Rose-Marie, Poups and Fanny don't know each other, but they all have in common that they have been fighting breast cancer. On the advice of their oncologist, Dr. Cuvelier, they will row to prevent recurrence, to rebuild themselves physically and morally, but also to exorcise the fear that lives inside them.
Times Square
Writer
You'll Never Walk Alone
Writer
Sam, desempleada y animadora en su tiempo libre, lucha por mantener la custodia de su hermana menor y por llegar a fin de mes. Con Céline, su compañera de piso y mejor amiga, idean cualquier solución para salir adelante -desde el sexo telefónico hasta el arreglo floral- hasta el día en que una pareja inesperada llama a su puerta.
You'll Never Walk Alone
Adaptation
Sam, desempleada y animadora en su tiempo libre, lucha por mantener la custodia de su hermana menor y por llegar a fin de mes. Con Céline, su compañera de piso y mejor amiga, idean cualquier solución para salir adelante -desde el sexo telefónico hasta el arreglo floral- hasta el día en que una pareja inesperada llama a su puerta.
You'll Never Walk Alone
Theatre Play
Sam, desempleada y animadora en su tiempo libre, lucha por mantener la custodia de su hermana menor y por llegar a fin de mes. Con Céline, su compañera de piso y mejor amiga, idean cualquier solución para salir adelante -desde el sexo telefónico hasta el arreglo floral- hasta el día en que una pareja inesperada llama a su puerta.
Corresponsales especiales
Le réceptionniste
La R2I, una famosa emisora de radio, envía a Irak a su mejor pareja de reporteros: el periodista Frank y el técnico de sonido Poussin. Millones de espectadores siguen día a día sus reportajes que muestran en vivo la intensidad de los combates y la difícil vida de la población civil. Cuando Frank y Poussin caen en una emboscada, Francia entera se moviliza para conseguir su liberación. Pero el verdadero problema de los periodistas no es el cautiverio precisamente, sino el hecho de que ni siquiera han puesto un pie en Irak, y es que los peligrosos reportajes que los han hecho famosos se emiten desde el multicultural barrio parisino de Barbes.