La CIA empieza a sospechar que el experto agente Cross (Burt Lancaster) es, en realidad, un traidor que trabaja para el KGB. Se decide, entonces, eliminarlo, pero el plan falla y Cross consigue escapar a Europa. Así las cosas, la agencia contrata a un joven asesino francés llamado Scorpio (Alain Delon) para que acabe con Cross. Se inicia así una frenética caza humana.
Cuando la hija del abogado Simon Crawford muere atropellada por un conductor que se dio a la fuga, el hombre jura vengarse, pero cuando aparece muerto un vecino, se convierte en el primer sospechoso, al descubrir que la víctima estaba implicada en la muerte de la chica.
Dos espías norteamericanos hacen equipo con la inteligencia británica para detener a la hermosa pero mortal Sumuru, una mujer con los ojos puestos sobre las decisiones del mundo. Después de haber reunido un enorme ejército de hermosas mujeres, ella y sus secuaces utilizan sus artimañas y atributos naturales para esclavizar a los hombres más importantes del mundo.