Lucy
Para Cal, un chico de 19 años de Irlanda del Norte, la vida no es nada fácil: podría ayudar en el matadero de su padre, pero detesta esa clase de trabajo, o podría recoger cada semana su cheque de desempleo; podría pensar que no tiene futuro o intentar cambiarlo. Cal y su padre son católicos, pero viven en un barrio protestante, sometidos a constantes amenazas de carácter violento. Finalmente, un día, les incendian la casa. Cal decide entonces ingresar en el IRA y su consuelo será el amor que siente por Marcella, una viuda italiana católica.