Alicia
Marta y sus amigos treintañeros se reúnen en casa de Julio para ayudarle a pintarla. Los amigos hablan de los temas que les preocupan, sintiéndose en el final de la juventud. Aparece la nostalgia, recordando tiempos pasados sin preocupaciones y sin responsabilidades. Es inevitable que algo de pesimismo inunde el ambiente. Salen a relucir problemas, temores y algunas expectativas de futuro.