Julia
La postal es difusa, pero en el recuerdo hay destellos de claridad. A cuadro aparecen ellos: charlan, se reencuentran y se reconocen en los ojos y las palabras del otro. Expectantes por lo que pueda suceder en el futuro, deciden hablar del pasado para entender la configuración del presente.
Magda
Federico decide separarse de Magda pero Magda le gana de mano. Federico cae en un pozo depresivo. Sin embargo, su vida empieza a cambiar cuando encuentra en el congelador de su casa unos knishes de papa congelados que le dio su abuela unos meses antes de morir.