Assistant Editor
A finales de los sesenta, el cine español comenzó a producir una gran cantidad de películas de terror: se abrieron los mercados internacionales, hubo una producción continua y se creó un pequeño star system, así como un sólido grupo de directores especializados. Aunque se imitaban tendencias extranjeras, el horror español ofrecía un enfoque particular del sexo, la sangre y la violencia. Fue un movimiento artístico extremadamente inusual en la España de Franco.