Mayflower Non-Sporting Judge
Los participantes en un concurso de perros ven en su mascota la oportunidad de alcanzar la gloria y el reconocimiento que creen merecer, hasta tal punto que son capaces de cualquier cosa con tal de ahuyentar a sus adversarios. Con sus perros caprichosos y de nombres estrafalarios, los concursantes se desenvuelven en un medio donde la pureza de la raza es el máximo valor que puede tener un animal. Sus perros convenientemente adiestrados se han convertido en máquinas mimadas que saben controlarse para satisfacción de sus dueños.