Compañero de Fermín
Nuria es una joven muy guapa que ha decidido enviudar, por que está harta de su esposo, un rumano multimillonario medio sordo y muy aburrido. Con la ayuda de dos de sus ex pretendientes: Roberto Clavijo, soltero y ornitólogo, y Pepe Orozco, también soltero y corredor de fincas, Nuria traza un plan para matarlo, que consiste en golpearlo con un candelabro. A cambio, el ejecutor se quedará con ella para siempre. Los dos se quedan horrorizados pero, al día siguiente, el marido aparece muerto y el problema, tanto para Nuria como para la policía, es descubrir quién es el asesino.
Conductor de la Furgoneta
Don Rodrigo es un hombre de edad madura y de clase media acomodada que tiene una pequeña industria. Los productos que fabrica son los mismos que hace años, porque considera que cualquier innovación atenta contra la tradición. No transige cuando cree que tiene razón y pone todo su empeño en conseguir lo que se propone. Así, por ejemplo, no duda en demandar a un banco por una cantidad que resulta irrisoria o puede ocasionar un embotellamiento de tráfico por discutir con un guardia acerca de si la multa que le ha puesto es o no correcta.
Como todas las noches, Manuel recuerda los viejos tiempos de esplendor, cuando en la postguerra fue un famoso torero. Él y su amigo Juan eran la pareja de moda. Ahora Juan es un importante empresario taurino. Pero los sentimientos de Manuel hacia él han cambiado radicalmente: un odio inexplicable se apodera de él en cuanto alguien menciona su nombre. Han pasado más de veinte años desde aquella tarde, en la que Manuel sacó al toro del picador y un traspiés le hizo caer por tierra.
Una chica tiene dos pretendientes: un famoso torero del que está enamorada y un peón al que rechaza. Su relación con el torero se ve empañada por el acoso al que él la somete. Tras sufrir una grave cogida, el torero salva la vida gracias al relicario que ella le regaló.
Las relaciones entre el estudiante Luis Romero (el matador Marcial Lalanda) y dos mujeres, la ingenua muchacha de su pueblo (Carmen Viance), y la mujer fatal (Celia Escudero), amante del famoso torero Pepe Reyes (Alfonso Orozco). Seducido por la mujer veleidosa, Luis olvida sus estudios y se dedica al toreo. La tarde de su alternativa, en un momento crucial de la faena, tendrá que decidir si le hace un quite a su rival o lo deja a merced de las astas del morlaco.
Soledad, una de las tres hijas de la viuda Méndez, una familia arruinada, decide trabajar como enfermera. Se enamora del obrero de una fábrica de su jefe, quien al morir los deja como herederos de una gran fortuna.
