Salomón Rey (Rolo Puente) es un exitoso empresario que mantiene relaciones amorosas con dos mujeres (Susana Traverso y Reina Reech). Con una cumple un año de aniversario y mientras que la otra cumple años. Ninguna sabe de la existencia de la otra, pero un tapado de bisón hará que las cosas se compliquen. Para ello necesitará de la ayuda de su torpe chofer (Tristán).
La historia transcurre en un hotel transitorio en donde los huéspedes no saben que por todas partes instalaron cámaras de televisión y los videos que se registran terminan siendo de utilidad para un congreso internacional de sexología.
Una niña vive con su tío en un barrio típicamente porteño. El tío está dedicado a encontrar "el color de la felicidad" a través de una fórmula de laboratorio. La pequeña, por su parte, es un monumento a la bondad y el altruismo. Inocente y extremadamente simple, la trama no es más que una excusa como en muchos otros films argentinos para chicos de esa época para la presentación de una estrella de ocasión: en este caso, Lorena Paola.
La historia gira en torno a Bebe y Cacho, dos típicos muchachos de barrio que viven diferentes desventuras en su constante búsqueda de conquistar mujeres. Bebe es medio chanta y cree sabérselas todas, mientras que Cacho es más tímido y enamoradizo. Inesperadamente Bebe se encuentra ante una relación que avanza más rápido de lo que pensaba, y por eso decide pedirle algunos consejos a su vecino Don Carmelo, un veterano punguista que está en pareja con una bella mujer bastante más joven. Así la trama va transcurriendo entre enredos, supuestas infidelidades y un inminente casamiento que nadie esperaba.
Marta es empleada en una perfumería, casada y con dos hijos. Hastiada por muchas cosas, decide estar sola unos días. Su marido, ahora cocinero y niñero, aprovecha para desatar sus artes de seductor. La infidelidad ronda pero no se posa, y entonces Marta pretende cautivar a su marido, presentándose una serie de enredos.
Mara Ordaz, una antigua estrella de cine que vive en una mansión aislada con su marido, su médico y el administrador de sus bienes, decide vender la casa y volver a Buenos Aires; pero los tres hombres no están de acuerdo con su decisión.