Ariel Pérez de María

Películas

Todo por el ascenso
Néstor
Néstor es extremadamente supersticioso. Este año, su equipo, se juega el ascenso en Mendoza y se dispone a viajar con Rafa, su amigo. Pero aparece Fabián, un piedra, un mufa, un desgraciado para el fútbol. El ascenso está en peligro, a menos que puedan evitar que el Fabián llegue a la cancha.
Diez menos
Quique, fiel seguidor de los 10 mandamientos, reparte su vida entre su trabajo, su esposa y la iglesia. Luego de perder el trabajo, su mujer y su casa, decide que seguir los 10 mandamientos no le sirvió de nada y los romperá uno por uno.
Mi Mamá Lora
Julián
Juana una niña de 11 años forma parte de una familia muy especial, tienen el don de transformarse en animales, pero ella no lo sabe. Lo descubre el día que su mamá se transforma en una lora. Tiene tres días para que recuperar la forma humana de lo contrario quedará como lora para siempre.
Blanco o negro
Beluccio
Impulsado por una fuerza inhumana, Adrian regresa a la ciudad para vengarse por el asesinato de su novia. El resurgimiento de la bestia, una metamorfosis constante, un viaje de contrastes lo llevará de un extremo a otro.
Permitidos
Rufus
Mateo y Camila, una pareja que promete darse una infidelidad permitida en la relación nada más que con un personaje inalcanzable elegido por cada uno.
Sin hijos
Sereno
Gabriel está separado hace cuatro años. Desde entonces Sofía, su hija de ocho años, es el centro de su vida. Negado de plano a intentar una nueva relación amorosa, Gabriel vuelca toda su energía en su hija y en su trabajo. El idilio padre-hija se ve conmocionado por la aparición de Vicky, amor platónico de la adolescencia, transformada ahora en una mujer hermosa, independiente y desenfadada. Ante la inminencia del romance, ella pone una condición: no se involucraría por nada del mundo con un hombre con hijos. A partir de ese momento, su vida se transforma en un tormento de maniobras y ocultamientos: ante cada cita con Vicky.
La reconstrucción
La vida de Eduardo es su trabajo en una empresa petrolera. Desborda eficiencia, llegando casi a la obsesión, pero tiene un gran defecto: está desconectado de cualquier tipo de emoción. No obstante, esto va a cambiar cuando se ve obligado a hacer una modificación en su rutina diaria: no le queda más remedio que irse a pasar unos días a Ushuaia. Allí, se reencontrará con un viejo amigo y con su familia, reencuentro que hará que vuelva a plantearse preguntas que hacía tiempo que no se hacía.