Cayetana, su novio Paco y Venancio, su hermano de leche, cometen pequeños hurtos y, de vez en cuando, pasan unos días en la cárcel. Pero un día conocen a Federico, un ladronzuelo que ha viajado por el extranjero y que los convence de que utilizando métodos europeos el éxito está garantizado. Paco decide entonces actuar científicamente para apoderarse del material quirúrgico de un hospital. Tan científico es el plan que, de repente, el pobre Venancio se ve obligado a ponerle una inyección a un paciente de odontología, y Paco a sacarle alguna que otra muela.