Totò
Paolo conduce en su taxi a la encantadora Lina y a sus tres amigos a la playa, pero se da cuenta de que lo que ellos pretenden es robarle su vehículo. Ella le enreda con explicaciones confusas y le lleva a conocer a Sopriano, su padre. Paolo piensa que se trata de una familia honrada, hasta que descubre que la pitillera de oro que ella le ha dado había sido sustraída, que Sopriano se ha apropiado de una maleta en la estación y que padre e hija son carteristas en los autobuses. Paolo los denuncia a la Policía, pero ellos se las arreglan para distorsionar los hechos y parecer que son inocentes. Desesperado, Paolo propone a Lina que abandone la vida de ladrona...