No se conocen los detalles de lo que sucedió exactamente mientras Talib Ben Hassi estaba bajo custodia policial. Los agentes de policía Jens y Mike patrullaban por el ghetto de Svalegården cuando escucharon por primera vez por radio la noticia de la muerte del joven muchacho, dando así comienzo a una serie de altercados por parte de su vecindario. Ambos agentes acabarían viéndose implicados en lo sucedido posteriormente.
Benjamin, de 13 años, descubre que su madre no murió en un accidente como se lo hizo creer. El sendero conduce a funcionarios de alto rango en el Servicio Secreto Danés. "¡No confíes en nadie!", Le dicen.