Assistant Location Manager
Paul y Meryl Morgan forman una pareja de gran éxito de Manhattan, cuyas vidas casi perfectas, tienen sólo un gran defecto, su matrimonio está a punto de derrumbarse. Pero la confusión romántica en la que están sumidos no es nada comparado con lo que están a punto de vivir: acaban de ser testigos de un asesinato y se convierten en objetivo de un asesino a sueldo. El programa de protección de testigos del FBI los arrastra de su amada Nueva York a un minúsculo pueblo de Wyoming, y la relación que estaba a punto de hundirse parece estar al borde del naufragio definitivo en las planicies del oeste... a menos que en su nueva vida, libre de tráfico, ruido y BlackBerry, los Morgan puedan bajar el ritmo y reavivar la pasión.
Location Coordinator
Ya entrada la noche, en las afueras de Nueva Jersey, una mujer ensangrentada llega, tambaleándose, a la sala de urgencias del Centro Médico de Dempsy. Tras ser atendida por los médicos, Brenda Martin (Julianne Moore) le explica al comisario de policía Lorenzo Council (Samuel L. Jackson) que un hombre negro la ha agredido y le ha robado el coche en un lugar situado entre el barrio obrero de Gannon, donde ella vive, y el barrio residencial de Dempsy. Council sospecha que la mujer le está ocultando algo y, tras varias horas de interrogatorio, Brenda se derrumba y confiesa que Cody, su hijo de cuatro años, estaba durmiendo en el asiento trasero del coche robado. La activista Karen Collucci (Edie Falco) moviliza a la población de ambos barrios en una operación de búsqueda del niño desaparecido. Pero, cuando la investigación del presunto secuestro apunta a un sospechoso que reside en Dempsy, las tensiones raciales latentes estallan.
Assistant Location Manager
Basada en una historia real, situada en el mundo internacional de la trata de armas. La película explora una consecuencia poco conocida del final de la Guerra Fría, la enorme cantidad de armas que de repente quedó disponible en los antiguos estados soviéticos para vender a los países en desarrollo (sobre todo de África) y las inmensas sumas de dinero amasadas por los traficantes de armas que las vendieron. Muchos piensan que es el mayor atraco del siglo 20. Sólo en Ucrania, entre 1982 y 1992 se robaron más de treinta y dos mil millones de dólares en armas. Ningún culpable ha sido jamás atrapado ni procesado.