Jesse Fox Chaney

Películas

El caso Slevin
Additional Production Assistant
A Slevin la vida no le ha ido nada bien. Su casa acaba de ser declarada en ruinas y ha sorprendido a su novia en la cama con otro. En un intento por perder de vista Los Ángeles durante un tiempo, se marcha a vivir a Nueva York al apartamento de su amigo Nick Fisher. Pero dos de los peores gángsteres de la ciudad, El Rabino y El Jefe, antiguos socios y ahora enemigos irreconciliables, se cruzarán en su vida cuando uno de ellos pretenda vengar la muerte de su hijo asesinando al primogénito del otro. La idea para no desencadenar una guerra de bandas: buscar a un jugador que le deba mucho dinero al Jefe y obligarle a matar al hijo del Rabino.
El color del crimen
Additional Production Assistant
Ya entrada la noche, en las afueras de Nueva Jersey, una mujer ensangrentada llega, tambaleándose, a la sala de urgencias del Centro Médico de Dempsy. Tras ser atendida por los médicos, Brenda Martin (Julianne Moore) le explica al comisario de policía Lorenzo Council (Samuel L. Jackson) que un hombre negro la ha agredido y le ha robado el coche en un lugar situado entre el barrio obrero de Gannon, donde ella vive, y el barrio residencial de Dempsy. Council sospecha que la mujer le está ocultando algo y, tras varias horas de interrogatorio, Brenda se derrumba y confiesa que Cody, su hijo de cuatro años, estaba durmiendo en el asiento trasero del coche robado. La activista Karen Collucci (Edie Falco) moviliza a la población de ambos barrios en una operación de búsqueda del niño desaparecido. Pero, cuando la investigación del presunto secuestro apunta a un sospechoso que reside en Dempsy, las tensiones raciales latentes estallan.
El señor de la guerra
Additional Production Assistant
Basada en una historia real, situada en el mundo internacional de la trata de armas. La película explora una consecuencia poco conocida del final de la Guerra Fría, la enorme cantidad de armas que de repente quedó disponible en los antiguos estados soviéticos para vender a los países en desarrollo (sobre todo de África) y las inmensas sumas de dinero amasadas por los traficantes de armas que las vendieron. Muchos piensan que es el mayor atraco del siglo 20. Sólo en Ucrania, entre 1982 y 1992 se robaron más de treinta y dos mil millones de dólares en armas. Ningún culpable ha sido jamás atrapado ni procesado.