París, principios del siglo XIX. Está ambientada en un lupanar, en el que un hombre desfigura el rostro de una prostituta. La cicatriz resultante dibuja en su cara una sonrisa trágica que la marcará de por vida.
Jacques es un director de cine pornográfico que recapacita sobre su vida cuando se da cuenta que el mundo de lo "erótico" ha cambiado completamente y que él no es capaz de capturar la pasión en la pantalla como lo hizo en el pasado. Un polémico film por sus fuertes escenas de sexo explícito.