Eloísa, una abnegada esposa y madre eficiente, vive en el madrileño barrio de Maravillas con su marido, un violento guardia municipal; su hijo, un santurrón que se pasa la vida estudiando y rezando para expiar los pecados de su familia; y sus dos hijas, obsesionadas con la riqueza, que se profesan mutuamente un odio profundo.
Elena da a luz un niño que nace muerto. Como la intervención quirúrgica la ha dejado incapacitada para volver a ser madre, Carlos, su esposo, se pone de acuerdo con un amigo médico, que el día anterior ha asistido al nacimiento de unas gemelas, y consigue que los padres de estas, unos pobres cómicos, le vendan una de las niñas. Cuando Elena despierta de la anestesia, cree que aquella pequeña es su hija. Pasan los años y las dos hermanas, María y Ana, llevan una vida socialmente muy distinta, pero el destino va a hacer que sus caminos se crucen.
Es la historia de una familia numerosa formada por un matrimonio (Alberto Closas, aparejador pluriempleado y Amparo Soler Leal), quince hijos de todas las edades, un abuelo (José Isbert), un padrino de bautizo de 5 de los hijos (José Luis López Vázquez) y entre todos un pequeño mundo, lleno de estímulos y significaciones. Hay un esfuerzo cotidiano por la supervivencia, por conseguir una adecuada y una eficaz preparación para todos y cada uno de los retoños, dentro de las diferencias psicológicas lógicamente existentes entre todos ellos.
(as Mari Carmen Ruiz)
Varias chicas son secuestradas de clubs nocturnos o cabarets y no se vuelve a saber de ellas. El inspector Tanner, con la ayuda de su prometida, investiga las desapariciones. El culpable de las mismas es el siniestro doctor Orloff, ayudado por su criado Morpho. Orloff desea reponer parte por parte la piel de su hija, desfigurada en un accidente. Tanner tendrá que trabajar duro para conseguir algunas pistas o alguna descripción que le conduzca al asesino, pero poco a poco se irá acercando al mismo.