Milán, revuelta anti-austriaca de 1848. Cainazzo (Celentano), un delincuente de poca monta, y Rómulo (Cerusico) un panadero, se ven envueltos en los disturbios del momento. Asisten a reuniones en las que entran en contacto con los personajes más heterogéneos: agentes dobles, gentes sedientas de sangre, aventureros sin escrúpulos. Y como no desean ser marginados, participan de forma oportunista en la rebelión. Pero en medio de tanta injusticia y violencia, Rómulo reacciona instintivamente.