Alvise
Campo veneciano, colinas de Prosecco. El inspector Stucky (Giuseppe Battiston), protagonista de Mientras hay esperanza es prosecco, está llamado a investigar un aparente caso de suicidio: el del poderoso conde Desiderio Ancillotto, que se llevó la vida con un gesto teatral súbita.
Stucky (medio persa, medio veneciano) recién ascendido, intenta torpemente llevar a cabo la investigación, aplastado por la inexperiencia y la carga de voluminosos problemas no resueltos. Entre filamentos y burbujas, el inspector tenaz se enfrenta con bottai, osti, confraternite de bebedores sabios, dándose cuenta de que la clave para resolver el misterio reside en la visión peculiar de la vida que anima el área; que la solución al suicidio-crimen del conde pasa por su bodega, entre el vidrio y el corcho, el alcohol y las levaduras dormidas.