Durante muchos años, Buenos Aires, Argentina, fue uno de los mejores lugares del mundo para un aficionado al cine; pero desde mediados de los años sesenta sucesivos gobiernos autoritarios moldearon la voluntad de los espectadores, dictando lo que se podía ver y lo que no, de modo que los verdaderos amantes del cine, en su afán por ver películas, no tuvieron más remedio que emprender las más extraordinarias y extrañas aventuras.
Oso
Una deficiencia técnica puede hacer estallar una estación de servicio por la cual durante todo el día circulan los personajes del filme.
Narrador
Clara Goldstein, una mujer madura, que desea relacionarse con un hombre de su edad, publica un anuncio en un periódico, en el que dibuja una estrella de David. Recibe la llamada de un tal Saúl Levín con el que se encuentra en una cafetería céntrica. Él es uruguayo y tiene un taller de marcos para cuadros. Clara es contable en una tienda de telas. Al final del encuentro, Clara descubre que él no es judío y que su nombre verdadero es Raúl Ferraro. Entonces, para evitar problemas con su familia, le propone a Raúl que se haga pasar por judío. Éste es el punto de partida de una tierna relación sentimental.
