Madame Tyran
Alice vive una vida normal y feliz como madre, hasta que todo su mundo se da vuelta: Thomas, el hombre de su vida y padre de su hijo, es sospechoso de ser Antoine Durieux-Jelosse, el infame asesino que desapareció hace quince años. después de asesinar a toda su familia. Han pasado años, pero la jefa de policía Sophie Lancelle nunca ha renunciado a su incesante búsqueda del hombre que cometió ese crimen impensable. Está decidida a demostrar, pase lo que pase, que Thomas es ese hombre perdido en la lista de buscados de todos. Atrapado en la oleada de dudas y sospechas, en el fuego cruzado entre dos mujeres opuestas en todo sentido, todo lo que Thomas puede hacer es alegar su inocencia. Pero, ¿es realmente un hombre inocente presunto culpable o es al revés? ¿Quién miente y quién dice la verdad?
Marcel Proust (1871-1922) está en su lecho de muerte. Ver fotografías trae recuerdos de su infancia, su juventud, sus amantes y la forma en que la Gran Guerra puso fin a un estrato social. Sus recuerdos no están en un orden particular, se mueven hacia adelante y hacia atrás en el tiempo. Marcel en varias edades interactúa con Odette, con la bella Gilberte y su marido condenado, con el barón de Charlus que busca el placer, con la amante de Marcel Albertine y con otros; presentes también en la memoria están la querida madre y abuela de Marcel. Parece como si vivir es recordar y capturar recuerdos es crear una obra de gran arte. Los recuerdos son paralelos al volumen final de la novela de Proust.