Costumer
Un carnicero viudo se vale de la gracia de la mascota de su hijo, un perro bastante golfo, para atraer la clientela a su puesto. Un día, visto lo eficaz que resulta este sistema, decide emplear el mismo truco para un asunto más delicado: conquistar a la florista que tiene un puesto enfrente del suyo, de la que siempre estuvo enamorado.