Daniel y Tony se dedican al cine mudo. Daniel hace de doble en las escenas de peligro y Tony toca el violín para ambientar a los artistas. A cambio de su música comen gratis en un restaurante italiano. Un día entra en el restaurante Carolina, artista de circo que se ha quedado sin trabajo. Los dos amigos se compadecen de ella y la llevan a su pensión, llena de artistas que esperan ser contratados.
En el año 1913, una familia de músicos ambulantes va a parar a la casa de una rica marquesa. La hija del músico, Lolita, salta la tapia de la casa y se topa con el hijo de la pudiente señora, de quien pronto se enamora pensando que es el camarero.