José Antonio González Rojas

Películas

Los dinamiteros
Carlos
Don Benito, Doña Pura y Don Augusto viven precariamente de una miserable pensión. A principios de cada mes coinciden en las colas que se forman en las ventanillas de la mutua, ocasión que aprovechan para hablar de la vida pasada y de los achaques recientes. Así se enteran de que Don Felipe, un conocido, está muy enfermo y se encuentra solo y sin dinero para un entierro decente. Deciden entonces pedir un préstamo para ayudarlo, pero, como no se lo conceden, recurren a una solución más drástica: atracar la caja.
Perro golfo
Rubio
Un carnicero viudo se vale de la gracia de la mascota de su hijo, un perro bastante golfo, para atraer la clientela a su puesto. Un día, visto lo eficaz que resulta este sistema, decide emplear el mismo truco para un asunto más delicado: conquistar a la florista que tiene un puesto enfrente del suyo, de la que siempre estuvo enamorado.
La alternativa
El hijo de una figura taurina reconocida consigue ser también un famoso torero. Una vez retirado, vive para mantener el recuerdo de su padre, pero guarda un secreto que todos sus conocidos intentan no delatar.
La paz empieza nunca
Inspirada en la obra homónima del periodista y escritor Emilio Romero. Muy poco antes de estallar la guerra Civil Española (1936-1939), un grupo de amigos falangistas, que sueñan con una revolución que transforme España, se dedican a difundir sus ideas entre la población. En cuanto comienza la guerra, uno de ellos, López ((Marsillach), está a punto de morir fusilado, pero se salva gracias a un republicano. A continuación se une al bando nacional. Al terminar la contienda, un viejo camarada lo anima a intervenir en una operación para acabar con los maquis de Asturias. Aunque ya está casado y tiene hijos, acepta la propuesta; se infiltra entre los guerrilleros y los convence de que les proporcionará armas para seguir luchando.
¡Ahí va otro recluta!
Orencio Cascales es un humilde campesino que un buen día, de forma inesperada, se ve sorprendido por dos paracaidistas del Ejército del Aire. Tras el suceso, y gracias a la ayuda de los dos militares, decide alistarse voluntario en el cuerpo de paracaidistas de Alcantarilla. ¡Poco se imagina Orencio las tribulaciones que le esperan en la base!