1919, Solnechnomorsk. Los aventureros talentosos se han vuelto demasiado inesperados: ahora son buscados por la policía rusa y turca. Van al sur de Rusia para tomar posesión del cetro de oro del conde Rumyantsev. En la búsqueda de una cosita preciosa, los terroristas, los artistas de circo e incluso las damas participantes pueden disfrazarse de ellos. Mientras tanto, la madre de Ostap se acerca a las patas del lúgubre satanista Crowley, en cuyo tesoro, por una misteriosa coincidencia, también hay un cetro...
Once leaving the house, Misha got lost. Not that he has forgotten where he is going, no. Misha completely lost control of what was happening. The string of visions in his head spins and does not want to stop. And here the pertinent question arises: if there is an end to life, can there be an end to death?