Dos vecinas y un domingo accidentado. Elena, una mujer con la vida bien estructurada, el novio “perfecto” y la ropa planchada, e Irene, un ser libre que odia las ataduras y las relaciones preestablecidas, se ven obligadas a pasar todo un día juntas y descubren que no son tan distintas y que en ocasiones no hay mejor interlocutor que un desconocido.