Invierno de 1949. En el pequeño pueblo asturiano de Cerralbos del Sella acaba de morir su vecino más ilustre, el gran escritor Blas Otamendi. Su sobrino Julio, hoy profesor en Francia, acude al entierro. El encuentro con los amigos de su tío, la antigua criada y la casona familiar, despiertan en Julio sus recuerdos de infancia. El tiempo ocultose hace presente y, en insólita evocación, sobrino y tío vuelven a vivir sus respectivos amores de aquel mágico verano de 1925.