Lola y Mari, alias "Labios Rojos", son dos jóvenes investigadoras algo alocadas que se dedican en secreto a capturar malhechores ayudando al comisario de la ciudad, que sólo las conoce por las cartas firmadas con un beso de carmín que dejan junto al criminal. Cuando roban el diamante Kallman, un extraño millonario europeo contrata a Labios Rojos para que lo recuperen.
Juan no tiene un duro pero vive maravillosamente. Sus noches de juerga y de cabaret son famosas en los ambientes nocturnos de la ciudad. Como heredero de su anciano y riquísimo tío don Patricio, vive subvencionado por sus acreedores a cuenta de la futura herencia. Pero Juan guarda un secreto terrible: hace tiempo que ha sido desheredado. Cuando llega un telegrama anunciando la muerte del tío, Juan regresa a la casa familiar en la Costa Brava. Allí conoce a Ana, una mujer maravillosa, que es la actual heredera de la fortuna familiar.
Eudosio y Carlos fueron encarcelados por error. Ahora, fuera de la prisión, intentan conseguir un trabajo y adaptarse a una sociedad que les rechaza.