Liliana Cevasco

Películas

Furia en la isla
Una hermosa mujer que vive sola en una isla es constantemente asediada por los hombres.
Proceso a la infamia
En el Buenos Aires de los años '30, la lucha entre dos caudillos. Filmada en 1975, la opera prima de Alejandro Doria fue prohibida durante 3 años y recién fue autorizada para estrenarse en 1978, plazo durante el cual el corte final pudo haber sido trastocado.
Basta de mujeres
Alberto, que lleva casado veinte años con Laura, conoce en su oficina a Mónica, una empleada seria y formal con la que traba una relación de amistad.
Hay que romper la rutina
Los amigos Alberto y Jorge, quienes trabajan juntos y viven en el mismo edificio, están casados con dos hermanas (Ethel y Gogó). Al notar que su vida sexual se torna aburrida, las engañan con compañeras de trabajo. Esto es descubierto y son despedidos. Entonces, consiguen emplearse en un instituto de belleza, donde tienen muchas mujeres a su disposición. Sus esposas se enteran de esta picardía, y van a buscarlos a dicho instituto, generándose situaciones hilarantes.
Clínica con música
La doctora Bevilacua (Thelma Stefani) es la directora de una clínica en la que se tratan solo problemas relacionados con el sexo, y los clientes que acuden a buscar remedio a sus males son en consecuencia personas "especiales". Los clientes pronto deponen todas sus reservas cuando comprueban que, además de no haber un solo hombre en el personal, excepto el portero, la terapia que allí se aplica es realmente placentera. Entre otros, aparece un cliente que no siente atracción por las mujeres y quiere saber por qué (Carlos Perciavalle); otro que se cree Tarzán (Antonio Gasalla); uno obsesionado por las revistas pornográficas (Julio López); y otro (Norman Briski) que no puede intimar con su propia mujer.
Los vampiros los prefieren gorditos
Puerto de Buenos Aires: Transatlántico que amarra y, entre sus pasajeros, el Conde Drácula y su secretaria. En un hotel donde Jorge Porcel interpreta a un "botones" se dan un sinfín de disparatados gags a causa de la llegada del conde Drácula y unos mafiosos (Entre los que está "Don Gordone" interpretado por Jorge Porcel).
Un viaje de locos
Las dos ganadoras de un concurso de belleza obtienen como premio unas vacaciones en Bariloche acompañadas por dos figuras del ambiente artístico. Gasalla y Perciavalle parecen estar un tanto locos, y el cantante Donald, enamorado.
Los doctores las prefieren desnudas
Alberto, empleado de una concesionaria de automóviles, recibe el encargo de su jefe de entregar un coche que se ha vendido a un cliente. Alberto decide retrasar la entrega un día, con el fin de usar el auto esa noche para salir a divertirse con su amigo Jorge. Esa noche van a un teatro de revistas y, mientras presencian la función, la primera vedette (Corina) se desmaya. Alberto se hace pasar por médico para poder acercarse a ella, y Jorge mientras tanto, atiende a las demás bailarinas. Alberto continúa haciéndose pasar por médico, y cita a Corina para el día siguiente, para intentar conseguir una relación amorosa.