Rufino Sáez

Películas

El monosabio
Aguayo
La pasión de Juanito por el universo taurino parece haberse anclado en la época de su juventud, cuando fracasó en sus intentos de convertirse en un reconocido y respetado torero. A su edad ya es imposible consagrarse como matador, pero sus sueños de gloria no se han desvanecido, a pesar de trabajar como simple monosabio, asistiendo al picador y remendando las heridas infiigidas por las astas del toro en el abdomen de los caballos. El maduro monosabio ve la oportunidad de ver materializados esos sueños a través de Rafa, un joven vecino en el que cree ver aptitudes para el toreo. Dispuesto a sufragar los gastos del debut de su protegido en una corrida de pueblo, Juanito le quita los ahorros a su propia hija. Lo que no sabe es que su hija soltera espera un hijo del novillero y ese dinero lo tenía destinado a pagarse un aborto.