Tang conspira con el Gobierno y empresas privadas para obtener beneficios para su familia, pero un día el proyecto de desarrollo inmobiliario en el que está involucrada sale mal y los miembros de una familia cercana a ella resultan víctimas de un espeluznante homicidio.
Forzado a abandonar su país hace más de diez años, el otrora poderoso gánster, Wu Shuang Chuan, finalmente ha decidido que es hora de regresar a casa. Pero esa cálida bienvenida que a menudo había soñado recibir resultó no ser más que una esperanza vacía y deseos perdidos. Al regresar a su hogar, a Shuang Chuan no lo recibe su familia, si no las más duras realidades de la vida, específicamente que, durante su ausencia, su esposa ha muerto de cáncer y que su hijo, Wu Huai Wen, quien alguna vez estuvo felizmente casado, es ahora un padre divorciado que lucha por mantener una relación con su hijo rebelde, Wu Yi Heng.