Rosa y Martiño, una pareja de enamorados, trabajan para el señor del castillo de Vilanova, que vive en la Corte y que no viene más que para cobrar la renta y el fuero. Xan de Ventrances (rival de Martiño por el amor de Rosa, pero a quien ella rechazó) le comenta a Martiño calumnias sobre la virtud de su novia. Martiño da crédito a las palabras de Xan y rompe su relación con la chica. Entonces la Virgen María se le aparece en sueños a Rosa para reconfortarla y al día siguiente cae del cielo, junto a un rayo, un cristal con la imagen de la Virgen dentro. Martiño encuentra el cristal pero no se cree que sea una prueba que demuestre la pureza de su novia. Al día siguiente, Rosa se encuentra con el cristal y la Virgen le dice a Rosa que la ha enviado Dios para demostrar su pureza. El pueblo celebra el milagro y Rosa entra en un convento. Martiño se venga de Xan arrancándole la lengua. Finalmente Martiño muere en Allariz, congelado en una noche nevada, al pie del convento de Rosa.
El río Manzanares es navegable y en los jardines de Sabatini hay un puerto de mar.
El hijo de don Lorenzo despilfarra el caudal familiar y tanto su padre como el administrador de sus bienes, deciden que escarmiente.
Eloisa es una huérfana, prometida de Agustín, que la conoce cuando llega a Madrid huyendo de los malos tratos de su madrastra. Pasa por ser madre de un hijo ilegítimo, pero en realidad la madre es su prima Irene (con la cual vive, junto a su tía) casada con el Sr. Adrián. Su tía Marcelina intenta con esta mentira salvar a su hija Irene. Tras numerosos enredos familiares, se aclara la verdad y los novios pueden vivir juntos y en paz.
Asunción ama a Jaime, pero es obligada por su hermano a casarse con Jorge, un juerguista.