José Luis Carbonell

Películas

La mini tía
Jorge
La tía Cleo (Mary Santpere), compositora y dueña de una academia de canto, viaja a Roma acompañando a sus sobrinos, que van en viaje de novios. Allí, se verá involucrada en el caso de un psicópata que asesina a paraguazos a cuantas rubias se pongan en su camino.
La viudita ye-ye
Bob
Había sido una famosa cantante de minorías. Un rico propietario del Prat de Llobregat la conquistó. Tuvo una hija tan loca como su madre. Él tuvo que fastidiarse, y un buen día se fue al otro mundo para no oírla más. El testamento era un poema. Las cosas más nimias estaban previstas, hasta el marido que debía ocupar su puesto. Hubo boda a gusto del marido... ¡Qué remedio!... Una extravagante ex-cabaretera dispone en su testamento que su hija tiene que casarse con un hombre que pueda comprar una finca colindante. Pero la joven se presenta en el hogar materno ya casada con un prometedor cantante.
40 grados a la sombra
La acción transcurre en un tórrido verano, en el que las temperaturas han alcanzado los cuarenta grados a la sombra. Jacinto ha mandado a su mujer a Benidorm y, con el pretexto de tener que atender su negocio, se ha quedado de "rodríguez" en Madrid. Por su parte, Máximo es el clásico veraneante de montaña y se ha marchado con toda su familia, incluida su suegra. El último en aparecer es Evaristo, que siempre va a pasar sus vacaciones a la playa, junto a Filomena, su mujer.
Las otoñales
Orazio Borletti (episode "Un delitto quasi perfetto") (as Kiko)
Gira en torno a las vicisitudes de mujeres de edad madura.
Los derechos de la mujer
Taxista
El matrimonio entre Juan y María José es, desde el mismo día que celebraron la boda, motivo de numerosos incidentes humorísticos, debido a la firme actitud adoptada por Juan, dejando su empleo para dedicarse a las faenas del hogar, ya que su esposa criminalista no accede a renunciar a su carrera.
¡Ahí va otro recluta!
Ceferino
Orencio Cascales es un humilde campesino que un buen día, de forma inesperada, se ve sorprendido por dos paracaidistas del Ejército del Aire. Tras el suceso, y gracias a la ayuda de los dos militares, decide alistarse voluntario en el cuerpo de paracaidistas de Alcantarilla. ¡Poco se imagina Orencio las tribulaciones que le esperan en la base!