España, siglo XIX. En una pequeña aldea costera, Olalla y su familia se preparan para vivir una noche muy especial, durante la cual es obligatorio cumplir una única norma: ninguna luz debe permanecer encendida.
Fomo es el miedo de perderse algo. Hay emociones que no se pueden expresar por las palabras. Lucas quiere saber si Celia también siente lo mismo que él.