El conde Drácula decide abandonar su castillo de los Cárpatos y establecerse en Occidente. Pronto conoce a una joven de quien se enamora y a la que visita por las noches. Esta alarmante situación hace que la familia de la chica busque la ayuda del doctor Van Helsing.
Condenado a muerte por una serie de crímenes que no ha cometido, el Barón Victor Frankenstein trata en vano de explicar a sus carceleros que el autor de esas muertes es un monstruoso ser, creado por él en su laboratorio secreto. Su diabólica ambición de crear vida llevó a Frankenstein a desafiar a Dios, fabricando un ser abominable a partir de cadáveres.