Director
El distrito de Yarmouk (Damasco, Siria) albergó el campo de refugiados palestinos más grande del mundo de 1957 a 2018. Cuando estalló la revolución siria, el régimen de Bashar Al-Assad vio a Yarmouk como un refugio de rebeldes y resistencia y estableció un asedio a partir de 2013. Gradualmente privado de alimentos, medicinas y electricidad, Yarmouk fue aislado del resto del mundo. Abdallah Al-Khatib nació en Yarmouk y vivió allí hasta su expulsión por Daesh en 2015. Entre 2011 y 2015, él y sus amigos documentaron la vida cotidiana de los habitantes sitiados, quienes decidieron enfrentar los bombardeos, el desplazamiento y el hambre con manifestaciones, estudio, música, amor y alegría. Cientos de vidas fueron transformadas irremediablemente por la guerra y el asedio, desde la madre de Abdallah, que se convirtió en enfermera a cargo de los ancianos en el campamento, hasta los activistas más feroces cuya pasión por Palestina fue socavada gradualmente por el hambre.