Un crítico teatral y su familia (mujer, cuatro hijos y un perro) se ven obligados a abandonar Nueva York, al vencer su contrato de alquiler, y buscar una casa en las afueras lejos del bullicio de la gran ciudad. El problema es que el cambio de ambiente afecta a las relaciones familiares.
Un camarero aficionado a la escultura tiene la gran idea de hacer una escultura usando el cuerpo muerto de un gato. Encantado con el resultado de su idea, decide aplicarla en cuerpos humanos, que él mismo se encarga procurarse asesinando a sus futuros modelos.