Maro es uno de los últimos lugares libre de hormigón de toda la Costa del Sol. Un territorio con un fuerte arraigo a la tierra y a su producción agrícola. El impacto paisajístico y las consecuencias a mediano o largo plazo del proyecto de campo de golf, hotel y viviendas de lujo que se pretenden llevar a cabo en los actuales terrenos del litoral de Maro, ponen en peligro esta relación centenaria de sus habitantes con el paisaje. Una lucha histórica por la propiedad de la tierra entre agricultores y la familia latifundista del marqués de Larios que se lleva librando desde hace más de medio siglo.