Dentro de una zona rural, Sandra despierta tras la muerte de su hija Sandy, en su día a día los recuerdos junto a ella atormentarán su culpabilidad hasta intentar quitarse la vida. La presencia espiritual de su hija y una lista de deseos, llevarán a Sandra a una conciliación espiritual con su hija que le ayudará a retomar un nuevo sentido a la vida.