La ciudad de Los Ángeles está siendo asolada por las bandas, por lo que el Departamento de Policía decide hacer algo y crea una unidad específica para combatirlas y sacar a esa escoria de las calles. Para combatirlas nada mejor que antiguos pandilleros, por lo que contratan a Armando y a Salim para que formen parte de esa unidad de élite. Ellos se han criado en las calles y saben cómo funcionan las bandas, por lo que son los mejores para acabar con ellas. Los métodos de estos dos compañeros son poco ortodoxos. Desde pequeños se han criado en la violencia, por lo que los métodos que usan siempre tienen que ver con la violencia, aunque lo cierto es que no puede ser de otro modo cuando hay bandas de por medio. Esto crea un nuevo problema, y es que estos dos policías en realidad son miembros de bandas con placa, cuyo proceder poco tiene que ver con el de los policías normales, que suelen respetar la ley.
El motero Cary Ford ha regresado a su ciudad natal para reunirse con su novia Shane y hacerse cargo de unos asuntos pendientes. Cuando abandonó la ciudad dos meses atrás, Ford tenía unas cuantas motos que pertenecían a Henry, un despiadado traficante de droga y líder de la banda de motoristas "The Hellions". Ahora Henry está apretando a Ford en un intento de recuperar las motos, que tienen algo un poco más valioso que la gasolina en sus depósitos.
Un chico poco popular en el insituto paga a una cheerleader para que finja ser su novia y así adquirir su deseada popularidad. Remake, versión afroamericana, de la comedia para adolescentes de 1987 "Can't Buy Me Love" (No puedes comprar mi amor), protagonizada entonces por Patrick Dempsey. (FILMAFFINITY)
Cuatro años antes, los Tiburones de Miami, dirigidos por el entrenador D'Amato, habían ganado dos campeonatos consecutivos, pero ahora sólo consiguen acumular derrotas. Además, el público escasea y los antiguos ídolos están en el ocaso de sus carreras, particularmente Jack "Cap" Rooney, que a sus 39 años se aferra desesperadamente a lo poco que le queda como jugador profesional. Por otra parte, son frecuentes los conflictos con Christina Pagniacci, la joven presidenta y propietaria del equipo. @fer__mero