Connie
Hayley regresa a la pequeña ciudad donde vivió de niña, y allí se reencuentra con su familia y amigos. Cansada de su egocéntrico jefe-novio, Hayley dice que todo lo que pide es tener a su lado a alguien que le haga reír. Stefan, su vecino, no es un hombre que precisamente divertido, pero tratará de aprender a escondidas a ser el hombre que Hayley dice que está buscando.