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Hace 20 años, cuando Gerardo (Dario Barassi) , Alvaro (Nicolás Maiques), Sebastian (Juan Guilera) y Elvidio (Juan Paya) tenían 10 años, invocaron un espíritu que dijo ser Jesús, en una sesión de “El juego de la copa”. Por accidente la copa se partió, y el espíritu quedó atrapado en el cuerpo de Román (Carlos Kaspar), el tío de Alvaro, que se encontraba durmiendo en el sillón de la casa. Los chicos guardaron, con ayuda del Padre Luis (Alejandro Paker) y Guido (Emanuel Arias), los fragmentos de la copa en el cofre de la sacristía de la iglesia del barrio.
La pesadilla de la doctora María Alejandra comienza cuando denuncia al sanatorio donde trabaja, donde mueren decenas de pacientes debido a los medicamentos vencidos, laboratorios sin reactivos y contaminación de ratas y cucarachas. Muertes producidas únicamente por la avaricia del dueño. Luego de efectuar denuncias policiales y judiciales, la joven médica es enviada a prisión injustamente acusada de ser una impostora por la justica, policía y abogados inescrupulosos. Para redimir a la joven médica y restablecer la justicia su Ángel guardián pone en marcha un sangriento y cruel plan de venganza ciega, mientras un joven profesor español, investigador y psíquico, interviene para interrumpir la ola de muertes que provoca su sed de venganza.
