Julia acaba de adoptar a un perro que está fuera de control. Para educarlo, la joven busca la ayuda de un entrenador que resulta ser algo más que la ayuda que necesita su perro.
Nikki es admitida a trabajar en el restaurante de su ídolo. Una vez que es despedida injustamente junto a un amigo, decide abrir su propio negocio y demostrar que su comida es mejor.