Tras una investigación de testimonio directo, realizada en los establos de boxeadores amateurs, fue posible conocer el caso de Zacarías Bermúdez: un joven de apenas 16 años de edad, huérfano de padre, que en un principio trabajó como payasito malabarista en las calles, luego pasó a formar parte de una pandilla, hasta que finalmente recibió el apoyo de un tendero, quien le dio trabajo en una humilde tienda de comestibles, lo que le permitió al joven pugilista iniciar una carrera en el medio boxístico. Dirigido por el cineasta mexicano Gerardo Lara, conocido también por ser director de Fronton (1982), Un año de vida (1993) y La Aldehuela: Historia de un gran amor (2007).