Foley Recordist
Allison Scott es una prometedora periodista de 24 años. Sin embargo, después de una noche de juerga con el vago de Ben Stone, descubre que está embarazada. Ante el dilema de enfrentarse sola a la maternidad o bien conocer mejor al padre, opta por lo segundo. Aunque Ben es una persona inmadura, decide afrontar su responsabilidad. Lo malo es que tanto él como Allison no tardan en darse cuenta de que son incompatibles. Para colmo de males, el único ejemplo de jóvenes padres que conocen son Debbie, la agobiada hermana de Allison, y el calzonazos de Pete. En cualquier caso tienen nueve meses para decidirlo.
Foley Recordist
Tras preparar un plan para vengar la muerte de su colega a manos de un mítico tiburón blanco, el oceanógrafo Steve Zissou (Bill Murray) recluta a una tripulación que incluye a su esposa (Anjelica Huston), a una periodista (Cate Blanchett) y a un joven que podría ser su hijo (Owen Wilson).
Assistant Foley Artist
Bernie Lootz es un perdedor, un hombre con tan mala suerte que trabaja en un casino para enfriar las mesas, es decir, para que los jugadores que ganan demasiado empiecen a perder. Su sueldo lo utiliza para saldar sus deudas con Shelly, el amo del local. A Bernie le falta poco para quedar en paz con él y poder marcharse cuando conoce a Natalie, una camarera muy atractiva.
Assistant Sound Editor
Mel, un buscado asesino a sueldo, planea un secuestro rápido con cuatro socios, Cisco, Crunch, Wince y Gump, y así conseguir dinero fácil. Sin embargo, la cosa se complica y el tiro les sale por la culata, y lo que parecía un secuestro fácil se complica enormemente, ya que la chica secuestrada, Keiko, es la hija de un importante hombre de negocios, no es otra que la ahijada de Paris el jefe de Mel. Cuando uno de sus socios le traiciona, Mel se convierte en el principal objetivo de Paris. Mientras tanto, y como si todo esto no fuera suficiente, la amante de Mel, Chantel, se fuga con su dinero al mismo tiempo que los padres de su prometida Pam, reacios a la boda, llegan de visita. Los problemas laborales y caseros de Mel colisionan entre sí cuando este se encuentra a la vez esquivando a los sicarios de Paris e intentando causar una buena impresión a sus futuros suegros, comprobando cómo la lujosa vida que se había ido construyendo se le desmorona como un castillo de naipes.