Camera Operator
En su época de mayor esplendor, el cantaor Miguel «Bambino» Vargas Jiménez (1940-99) fue la última frontera del flamenco, inmenso género musical que desarrolló y acercó al gran público: un artista de artistas, el ídolo de los bares de carretera, cuyo estilo inimitable, magnetismo escénico y personalidad desgarradora hicieron de su figura un mito, un rey sin reino, un gigante de la música popular del siglo XX.
Color Grading
En su época de mayor esplendor, el cantaor Miguel «Bambino» Vargas Jiménez (1940-99) fue la última frontera del flamenco, inmenso género musical que desarrolló y acercó al gran público: un artista de artistas, el ídolo de los bares de carretera, cuyo estilo inimitable, magnetismo escénico y personalidad desgarradora hicieron de su figura un mito, un rey sin reino, un gigante de la música popular del siglo XX.
Director of Photography
En su época de mayor esplendor, el cantaor Miguel «Bambino» Vargas Jiménez (1940-99) fue la última frontera del flamenco, inmenso género musical que desarrolló y acercó al gran público: un artista de artistas, el ídolo de los bares de carretera, cuyo estilo inimitable, magnetismo escénico y personalidad desgarradora hicieron de su figura un mito, un rey sin reino, un gigante de la música popular del siglo XX.
Director of Photography
Diego Rodríguez de Silva y Velázquez. Velázquez. De nieto de calcetero e hijo de un modesto notario eclesiástico a yerno del pintor Francisco Pacheco, ujier de cámara, alguacil, pintor de cámara del rey Felipe IV, ayuda de cámara, superintendente de obras, aposentador real... y pintor universal. Una de las constantes en su vida fue, sin lugar a dudas, la búsqueda del favor del poder. ¿Pero quién fue realmente Diego Velázquez? ¿Por qué esa obsesión en convertirse en noble? ¿Era su pintura un fin o un instrumento? Y sobre todo: ¿Por qué trató por todos los medios de ocultar su vida privada?