Es invierno en Chicago y Billy Cochran (Dylan LaRay) no puede dejar de alienar a las personas que lo rodean. Su madre Gina (Lynn Lowry) entra y sale del hospital y su mente se derrumba, atrapada entre sus días de gloria como una belleza sureña y su actual estado de decadencia. Una noche, Billy recibe una visita inesperada: una rata que sale de su baño y lo muerde. Al principio, todo parece estar bien. Billy llega a casa, somnoliento por la vacuna contra el tétanos, y se une a la nueva y encantadora cuidadora de Gina, Myra (Jess Paul). Entonces aparece la piel de rata. Crece de la piel de Billy y luego desaparece como si nunca hubiera estado allí. Cuanto más Billy se mira en el espejo y se rasca, más se ve obligado a enfrentarse a lo impensable: podría estar convirtiéndose en una rata. Billy se sumerge en una pesadilla despierta donde poco a poco descubre la verdad sobre sí mismo mientras desata las feroces profundidades del alma humana y de los roedores.
