Marta Belska
Salir con amigos, fumar mucho, girar botellas y besarse, cometer errores, jugar, negarse a aceptar, soñar con los ojos abiertos: la vida de un adolescente puede ser abrumadoramente hermosa y difícil al mismo tiempo. En su debut, la directora ucraniana compone un retrato profundamente emotivo y de múltiples capas de una generación mientras fluye sin problemas entre la ficción y el documental.