El sinsentido máximo de la vida misma juega con los sentimientos del dueño y los empleados de un complejo de tenis, en un melodrama anárquico fuera de toda norma, incluso ortográfica.
El sinsentido máximo de la vida misma juega con los sentimientos del dueño y los empleados de un complejo de tenis, en un melodrama anárquico fuera de toda norma, incluso ortográfica.