Atkins deja la ciudad para regresar al valle donde antes vivía. Allí se encuentra con nativos americanos que aprenden a confiar en él. Le piden a Atkins que compre armas para ellos. En su viaje, Atkins conoce a Morris, cuyo interés en los recursos minerales pone a prueba la lealtad de Atkins hacia los nativos americanos.
Dos soldados alemanes capturados por los rusos durante la I Guerra Mundial se hacen amigos. Richard comparte historias íntimas sobre su esposa Anna, y Karl se enamoran de ella en sus pensamientos. Un día, Karl se escapa y se dirige a la casa de Richard.